
Sé que en Irlanda llueve mucho y que hay muchos borrachos, pero el buen tiempo existe. Nosotros tuve la suerte de que cuando visitamos las rutas de Carrick-a-Rede y la calzada de los gigantes hizo sol y fue precioso. Fue genial.

Cuando llegamos a Carrick-a-Rede, había una cola para pasar de unas cien personas. Es una ruta de un kilómetro que acaba en un puente colgando para pasar a una isla. Es precioso, precioso y precioso. Los acantilados de piedra blanca acaban en un mar azul cristalino que dan ganas de pasarte el día metida en el agua. Había gente haciendo submarinismo! Y un gallinero de gaviotas (sí, gallinero de gaviotas).

Por cierto, el puente colgante acojona. Ves el fondo del abismo: el infierno para los que tenemos miedo a la altura. Menos mal que estaba mi Ayo para tranquilizarme. Y unos gilipollas españoles que no paraban de saltar...

Esta foto es ya en la isla, después de cruzar el puente. Desde ella podeis ver islas cercanas y además cómo es la costa Irlandesa. Sé que pensais que hay pocos sitios más verdes que Asturias. Aunque me duela decirlo, esto era mucho más verde. Te quedas con la boca abierta con las hierba de allí (aparte del culto al cesped que tienen).
Como nota erótico festiva: al fondo veis, imponente, a la sister María. Era la "portavoz" de un grupo de Segovia un tanto raro. Se llevaban mal entre ellos... qué paradoja...

En fin, ¿no es para comérselo? Mañana hablaré de la Calzada de los Gigantes, que necesito 40 fotos para expresar mi opinión...
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