Parece mentira lo que cambian las cosas cuando te vas de tu país. Aparte del paisaje, que obviamente varía, las costumbres de la gente y hasta el número de cajeros automáticos es completamente distinto. Pero comencemos desde el principio.
Es sabido por todos que en Irlanda son necesarias dos cosas: un hígado de hierro y un buen chubasquero. Pero hay ciertas cosas que no sabíamos y que hay que tener en cuenta. Una es lo carísimo que es el Ulster, otra los pocos supermercados que hay y la última que en Dublín no se puede aprender inglés (aunque sí Chino, Italiano, Español...).

Algo que no se os puede olvidar es el calzado cerrado ya que cuando menos te lo esperas te puede caer una tromba de agua. Pese a eso, a nosotros no nos llovió gran cosa, sólo un par de días. De hecho había días que te quemabas por el sol y te morías de calor. Avisados quedais: el tiempo varía muchísimo, ide preparados.
En el avión guardad la calma hasta cuando aterriceis, incluso si vienen guajes de la cuenca pegando gritos a vuestro lado. Nada de cuchillos de plástico! Si teneis la suerte de viajar con Ryanair y llegar a la hora a vuestro destino, podreis escuchar la típica melodía de vaqueros de "al ataque!" y os dirán: Congratulations, your flight is on time! Se considera una falta de respeto no reiros y también debeis aplaudir. Vereis como las azafatas no dicen "bye!" a quien que no se haya reído. Buenas son ellas...
Y recordad: la mejor manera de gastar las últimas libras es comprando un Toblerone gigante. Sólo en los aeropuertos!
Es sabido por todos que en Irlanda son necesarias dos cosas: un hígado de hierro y un buen chubasquero. Pero hay ciertas cosas que no sabíamos y que hay que tener en cuenta. Una es lo carísimo que es el Ulster, otra los pocos supermercados que hay y la última que en Dublín no se puede aprender inglés (aunque sí Chino, Italiano, Español...).
Algo que no se os puede olvidar es el calzado cerrado ya que cuando menos te lo esperas te puede caer una tromba de agua. Pese a eso, a nosotros no nos llovió gran cosa, sólo un par de días. De hecho había días que te quemabas por el sol y te morías de calor. Avisados quedais: el tiempo varía muchísimo, ide preparados.
En el avión guardad la calma hasta cuando aterriceis, incluso si vienen guajes de la cuenca pegando gritos a vuestro lado. Nada de cuchillos de plástico! Si teneis la suerte de viajar con Ryanair y llegar a la hora a vuestro destino, podreis escuchar la típica melodía de vaqueros de "al ataque!" y os dirán: Congratulations, your flight is on time! Se considera una falta de respeto no reiros y también debeis aplaudir. Vereis como las azafatas no dicen "bye!" a quien que no se haya reído. Buenas son ellas...
Y recordad: la mejor manera de gastar las últimas libras es comprando un Toblerone gigante. Sólo en los aeropuertos!
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